Empezamos la semana con filosofía, no está mal.Hace tiempo que quería dedicarle una entrada a este personaje, y aprobechando la publicación en español de su libro "La comunidad filosófica, manifiesto por una universidad popular." creo que ha llegado el momento.Lo siento, no hay audio ni video y sí mucha letra.
Michel Onfray (Argentan, Francia, 1959) es uno de los ensayistas franceses más leidos de la actualidad, pese a su mensage subversivo (o gracias a él) ha conseguido una legión de seguidores, en la que me incluyo.En 2002 abandona la practica docente y monta junto a otros compinches filosofos la Universidad Popular de Caen, sin titulos, sin programas, y totalmente gratuita.Su objetivo es construir una versión moderna del Jardín de Epicuro, donde el profesor enseña a pensar a los alumnos, pero sobre todo les enseña a desembarazarse de él.Liberar la filosofía de un sistema educativo que la falsea y lastra, para así formar individuos emancipados capaces de ofrecer resistencia al Orden Mundial.
La comunidad filosófica es un incendiario manifiesto que testimonia esta experiencia, una utopía cuyo éxito ha culminado en la fundación de otras seis universidades populares en Francia y Bélgica.
De "La comunidad filosófica, manifiesto por una Universidad popular" (Gedisa Editorial) capítulo "Asesinato de los niños":
Así, los niños preguntan en tanto filósofos, de manera natural y muy tempranamente -desde la adquisición del lenguaje-.¿Por qué pierden luego esta propensión sublime? porque la familia y la escuela, doblemente cómplices en este asesinato, hacen lo necesario para impedir, decepcionar, prohibir esta actitud interrogante, y reemplazarla ya sea por una simple y llana renuncia apática, ya sea por cebarlos con respuestas a preguntas que ellos no hacen.¿Por qué pensar por cuenta propia cuando se puede obedecer por cuenta de los demás?.
La familia no sabe ni puede siempre responder a las preguntas deflagradoras de los niños: medios intelectuales limitados, relación problemática con el lenguaje, la expresión y la formulación, ignorancia de la preocupación espiritual o cultural, incapacidad para buscar las respuestas que no están en un libro o en otro lugar. Éstas son las razones más admisibles.Pero también hay una preocupación por preservar nuestra tranquilidad de adultos en beneficio de actividades superficiales -televisión, siesta en el sillón, bricolaje, jardinería, barbacoa, etcétera-, un interés egoista cifrado en evitar a toda costa que la batería de preguntas perturbe nuestro propio relax físico e intelectual.
Al constatar repetidamente que sus preguntas quedan sin respuestas, e incluso molestan o cansan a los padres, la llama de los niños se apaga sola.Ya nada les plantea problema, el asombro desaparece y se acepta el mundo tal como es, como una evidencia.Aquello que provocaba curiosidad deja de inquietar la inteligencia y, por ende, ésta se ablanda, se achica, hasta que desaparece."Se sueña porque se sueña, eso es todo"; "Si no podemos ver, pues no vemos, es evidente"; "Siempre hay que decir la verdad, incluso cuando hay que mentir"; "Los animales no piensan, qué ocurrencia, o sea que come la carne", etcétera.El filósofo muere, y adviene el adulto -caracterizado por una notable propensión a no pensar para así obedecer mejor al movimiento del mundo.
A esta derrota de los padres se le puede agregar la aportación de una escuela que busca algo muy distinto a volver curiosos e inteligentes a los niños.Porque ésta no pretende transmitir contenidos, tal como dice para salvaguardar su buena conciencia, sino socializar individuos, producirlos como mecanismos destinados a la máquina social; en realidad, enseña a obedecer, a comportarse en grupo, a someterse a las reglas, a luchar por la adaptación con el fin de ocupar el lugar del dominante.¿Cultivar la naturaleza filosófica de los niños? ¿Para qué?.
Una cabeza bien amueblada no es, digan lo que digan los manuales de pedagogía y los profesionales afines, el ideal que se proponen las pretendidas "ciencias (¡) de la educación".En cambio, una cabeza bien llena sí, eso es algo interesante.Entonces, no cabe buscar la inteligencia, sino la memoria, no una cultura socrática de la pregunta, sino una costumbre escolar de la respuesta.Para darse cuenta, basta con constatar hasta qué punto los exámenes exigen un cerebro de esponja, inmediatamente vaciado de su contenido una vez que se obtiene el diploma.Si no, ¿Por qué tantos alumnos que han practicado inglés como idioma principal son incapaces de preguntar una dirección en Londres? Empezando por yo mismo.
Tío Einar
8 comentarios:
Esto va hoy de transgresores, eh!! Una educación que forme librepensadores….aishhh, sueños que podremos hacer alguna vez realidad???? ojalá!!
Se agradece un post como éste Tío Einar. El "mundo" y los filósofos no siempre se han llevado muy bien. De hecho desde los tiempos de los primeros filósofos, el entorno los ha visto como seres "extraños", "extravagantes" y "descarriados". Mi opinión como estudiante de filosofía es que en las universidades no se enseña filosofía, se enseña historia de la filosofía y el despliegue de las ramas que ha ido desarrollando a lo largo de los siglos. El pensamiento crítico y autónomo es algo que importa poco o nada, las ocurrencias, ideas y preguntas que el alumno se hace suelen acallarse con "consulte en este libro". ¿Y si resulta que no está en ningún libro? En fin, no quiero enrollarme, sólo decir que las palabras escritas en el post me han iluminado el ocaso de este lunes.
Yo no se que pensar al repecto.............mi carencia de caracter y razomiento individual no me permite manifestar mi libre opinión sobre este tema aparentemente interesante......soy una persona de impulsos llanos......si casi no pienso........ahora mismo podría decir cualquier estupidez y fastidiar la armonia de este tema tan intelectual.........
jajajajajaja
Eskilhans, debes saber que en Lyon (unas tres horas de coche) hay otra UP del tipo de la de Caen, ¿has mirado la web? ¡Qué maravilla! ¡Hay talleres de filosofía PARA NIÑOS!
Por cierto, os recomiendo (a los que os interese la filosofía) cualquier libro de este tipo, por ejemplo "Tratado de ateología",el citado "La comunidad filosófica", o los varios volúmenes "Contrahistoria de la filosofía".Vereis la filosofía como nunca antes.
Creo que no seré la única que recuerde su paso por la universidad como una frustación y una decepción enormes...con decir que tuve un profe que sumaba metros con centímetros (¡).
¿Y en Lyon hay una UP de estas dices? Pues es como para montarse unas vacaciones coincidiendo con algún curso chulo, total es gratuito!!! Lástima del francés que no lo domino como me gustaría.
emmm...¿¿un profe que sumaba metros con centímetros?? eso lo viví yo también en mi carrera!! curiosa casualidad. Dejé de ir a esa clase, por supuesto.
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