A LA HOGUERA

Bueno, ya estamos otra vez en una de esas fiestas que tanto he odiado cada año. Llegada estas celebraciones desprovistas de todo su encanto pagano, en este país sufrimos la compulsiva obsesión de celebrar las fiestas de guardar quemando algo o sacrificando alguna bestia, o la más completa, quemando al bichejo. Como lo de matar animales está hoy en día muy mal mirado, nos petamos ese dinero que tanto lloramos y que tantos sudores nos ha costado, en pólvora y pequeños y grandes explosivos que nos recuerdan quienes somos (polvo) y de dónde venimos (Big Bang) . Yo, gran odiador de este tipo de petardeo, me inclino por encender una hoguera como se hacía hace miles de años, que con el ignorante temor de que el sol ya no volvería a lucir tantas horas al día, se encendían innumerables fogatas para simbolizarlo y renovarle sus energías. Noche de brujas, NOCHE DE SAN JUAN: Esta es una fecha en la que numerosas leyendas fantásticas son unánimes al decir que es un período en el que se abren de par en par las invisibles puertas del “otro lado del espejo”: se permite el acceso a grutas, castillos y palacios encantados; se liberan de sus prisiones y ataduras las reinas moras, las princesas y las infantas cautivas merced a un embrujo, ensalmo o maldición; braman los cuélebres (dragones) ; salen a dar un vespertino paseo a la luz de la Luna seres femeninos misteriosos en torno a sus infranqueables moradas; afloran enjambres de raros espíritus duendiles amparados en la oscuridad de la noche y en los matorrales; las mozas enamoradas sueñan y adivinan quién será el galán que las despose; las plantas venenosas pierden su dañina propiedad y, en cambio, las salutíferas centuplican sus virtudes (buen día para recolectar plantas medicinales en el campo); los tesoros se remueven en las entrañas de la Tierra y las losas que los ocultan dejan al descubierto parte del mismo para que algún pobre mortal deje de ser, al menos, pobre; el rocío cura mil enfermedades y además hace más hermoso y joven a quien se embadurne todo el cuerpo; los helechos florecen al dar las doce campanadas... Esta es la festividad en la que creo, y en mi hoguera particular he decidido no construirla de cosas que combustionen, no, mi hoguera se alimentará vorazmente con cosas que quemen. Os animo con una copa de Cava (Brut Nature si es posible) a que participéis de esta hoguera lanzando en ella esas cosas que se convertirán en cenizas y purgaran nuestras conciencias, aunque sea por una noche, aunque sea la más corta……..SALUD FANZINEROSOS.

Arrojaría a la hoguera a……………..:

- Los petardos gordos que sólo hacen ruido espantoso, sin más.
- Los que no saben beber y lo que se bebe mal (sangrías, calimochos, Donsimones)
- Los que han tratado a Konono nº1 como delincuentes.
- Los que simpatizan con esta España de pillaje, granujismo y sinvergüencismo.
- Los que intentan agilipollarnos con toda la bazofia televisiva.
- Los clásicos, ya sabéis, políticos, dictadores, curas, banqueros, vecinos propensos al bricolaje,
- Los que braman en los conciertos y joden al respetable.
- Todos los de la Sociedad General de Autores por tratarnos como a delincuentes (bis)
- el resto es vuestro…………………………………….

Supersonic-Man