MAGIC MOMENT

Más que mágico, yo lo calificaría de químico, aunque un aura de magia simplificaría la reacción de los elementos congregados, sin necesidad de incómodas tablas periódicas, y encajaría más en aquello que no necesita palabras, ni símbolos. Lynch en esta secuencia vertió en la probeta un tema de Lou Reed que me imagino que funcionó en su compleja mente como punto de partida. El tema en sí, en mi recuerdo no ardía de la misma manera que combustiona en esta secuencia, necesitaba la reacción. La chispa adecuada la enciende Patricia Arquette en el momento más álgido de su irregular carrera.
Hay desconcierto en la película, aun estamos noqueados por el capricho argumental de Lynch de cambiar a los personajes en la celda (…) y esta secuencia entra como un respiro reconocible, vamos a llamarlo flechazo, pero ralentizado por alambique de la cámara lenta, que nos recrea lo peligroso que es jugar con compuestos químicos que pueden explotar si nos pasamos en las cantidades. En este caso la chica es “amante” de un desquiciado ganster, y el chico, su mecánico preferido. La escena trascurre evitando la colisión de las partículas que la componen. La química se fusiona con la física gestual y nos llega el calor de la energía liberada entre las miradas .El tiempo ha quedado suspendido. La estructura de la materia ha cambiado. Ahora ya sabemos que si no se maneja bien, será corrosivo y sin retorno. No me canso de ver este vídeo, me imagino que en la magia y en la química habían compuestos de alta adicción.

"Lost Highway"


Supersonic-Man