viernes, 9 de mayo de 2008

HEY-HEY CLUB

Estos días de lluvia, mientras contemplamos por la ventana como cae ese ansiada y disputada agua, intentamos trasladarnos o situarnos en algún lugar donde nos gustaría cobijarnos y con la conciencia tranquila de que pocas cosas nos depara la interperie, salvo un indeseado catarro o un desgraciado numerito a lo Gene Kelly. Supongo que muchos recurrirán a retomar algún asuntillo pendiente con la recien abandonada cama. A otros le asaltarán a la imaginación sitios recogidos y confortables donde no alcance el compromiso ni el tiempo.
Yo he elegido el Hey Hey Club, garito idílico de Kansas City y punto de partida de una historia de gansters, alcohol, drogas y música donde Robert Altman desarrolla una historia eclipsada por su genial banda sonora y motor narrativo del argumento. Duelos arrolladores entre Lester Young y Coleman Hawkis contemplados por un infante Charlie Parker, momentos vibrantes donde el desafio de los instrumentos se alzan en actuaciones memorables e intensas. Estamos en 1930.
Os espero en el Hey Hey Club. Me reconoceréis en esa humeante esquina al lado del piano de pared donde suelo apoyar mi whisky, junto a un mojado sombrero de fieltro y la calida compañía de mi imaginación. ¿Os apuntáis?

Kansas City (1996)


Supersonic-Man

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues mira que yo siempre me pongo al lado del guapo del clarinete, cuando acaben de tocar nos tomamos unos chupitos Super-sonic!!!

Pequeñaja

Anónimo dijo...

Mientras dure la lluvia, recuerda.

Supersonic-Man

Anónimo dijo...

Y yo soy la que baila swing al fondo...!
;-)

Anónimo dijo...

esa...sorry! ME!! who else?
(me se fue el dedooo...)
;-)

Anónimo dijo...

Pues yo en mis tiempos me ganaba muy bien la vida bailando claqué en las entradas de estos locales...¡Ay!...parece que fué ayer cuando aún me valía por mi mismo...¿No teneis un dolar?

Tío Einar