miércoles, 14 de mayo de 2008

GRANDES MOMENTOS DE LA ESTUPIDEZ HUMANA











La vida es una caja de bombones, ya lo decía Forrest Gump, desde luego algunos resultan más amargos que otros, y si no que se le hubieran preguntado a la Srta. Joana Vollmer la accidentada mujer de W. Burroughs. .
William Burroughs, para algunos una de las figuras más trasgresoras de la literatura universal, pero para otros (como es mi caso) un “reventao “en toda regla, un hombre que se esforzó hasta el último supiro de vida no solo por intentar escribir al nivel de sus colegas (J. Kerouak, Allen Ginsberg) si no también por dejar su legado de gran estupidez en el mundo -y es que a veces amigos las drogas y el alcohol no solo estimulan la creatividad-.
El 6 de Septiembre de 1951, durante una fiesta en un antro de ciudad de México,
Burroghs tiene una idea luminosa, inspirado por su archiconocida auto confianza en la pistola y envalentonado por las drogas y el alcohol: decide rememorar la hazaña de puntería al más puro estilo Guillermo Tell .Pide a Joana que se coloque un baso en la cabeza, Burroughs saca la pistola y dispara, lo que acontece a continuación es uno de los momentos más patéticamente celebres de la historia de la literatura americana del siglo XX-.
No sabemos si fue por la sustitución de la ballesta por la 9 milímetros o porque Burroughs era en realidad un idiota integral pero fallo causando la muerte de su accidentada esposa.
Moraleja hay cosas peores que conducir bajo los efectos del alcohol: disparar a tu mujer bajo los efectos del alcohol y las drogas.


ARI GOLD

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que tendremos que poner bien grande eso de que las opiniones de los colaboradores son completamente personales...¿Burroughs un "reventao"? JA JA JA.
En todo caso es tu opinión que no comparto, pues la considero simplona, como mínimo podrías intentar desarrollarla.

Anónimo dijo...

...y en cuanto a lo de su mujer...tan idiota fué el de disparar, como ella de ponerse debajo, aunque ya se sabe, por amor se hacen locuras

Anónimo dijo...

A estas alturas supongo que ho hay que presentar a Burroughs, así como tampoco le vamos a juzgar por el mismo rasero que ha Charton Heston por su gustillo por el gatillo, pero supongo que cada uno en su vertiente artística supieron llegar a momentos inolvidables en la historia. El caso es... ¿cómo los queremos recordar?
Aquí la única reventá es la señora Burroughs, eso seguro.

Supersonic-Man