LO QUE LA MÚSICA PROVOCA

La melolagnia es una parafilia, un comportamiento sexual en el que la fuente de placer no se encuentra en la cópula, si no que es causada por la música.



Posiblemente mientras escribo estas líneas ya se haya inventado el equivalente masculino para este invento. Con esto no quiero decir ni afirmar que el Naughtibod no sirva para mentes abiertas y aventureras de varones cerriles y eructadores, pero claro, puesto a inspirarme para escribir esto, mejor distraer la imaginación con su aplicación más amable a la que se supone que está enfocado el invento.

Me he paseado por foros donde los usuarios de este chisme opinan sobre sus cualidades y confiesan cuál es esa música que les hace vibrar, valga la redundancia. Entre estas sinceras y satisfactorias experiencias, pocos hay que se enchufen en su iPop partituras tan sobadas para el efecto como baladas perfumadas y boleros de Ravel.

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Y aquí es que juega un papel muy importante el volumen que le pongamos a nuestro iPod para experimentar con más intensidad sus graves y sonreír con los agudos, y hay que reconocer que nuestras partes íntimas no son tontas y a todos nos gusta la música alta para poder gozarla. Recuerdo ciertas discotecas con limitación de sonido -por aquello de los vecinos - y qué queréis que os diga, no es lo mismo.

Otra cosa delicada sería comprobar si nuestra entrepierna es tan selectiva y pedante como este blog ¿Cómo? Pues probando a desconectar los auriculares. Igual empezamos a apreciar el infravalorado mundo del regueton o incluso algún disco de Miguel Bose, pero claro, cada mochuelo a su olivo y aquí igual abría que cambiar la “conexión ” de sitio , por aquello de que suena como el culo, no sé si me explico.

Si no te atreves o no te llegan las pelas, os dejo un video de Thed Good The Bad que parece ser que causa el mismo efecto. Coge suavemente tu ratón y deslízalo muy lentamente hasta picar al play y déjate llevar. Eso sí, recuerda que las dos manos arriba.

Supersonic-Man