En días que se celebran resurreciones y Lázaro regresa, aparece otra vez Marc Almond. El año pasado quedó enterrado entre rosas y aplausos. Ayer las mismas flores le aguardaron y los creyentes extendieron sus manos para acercarse a él y tocarlo. EL antes ya nos tocó a todos con Bittersweet y una introducción junto a Babe Dee, donde nos iluminó con el aura que se ha traído desde muy lejos, donde la música no llega y es sustituida por la fe y la esperanza. Los congregados respetaron el deseo expreso del artista de Prohibido Fumar en la sala, y aunque un amigo me comentó que no hay Cabaret sin humo, esa noche me ahorré la ducha, no sólo por la ausencia de olores nicotineros, sino por una espiritual sensación de haber sido bendecido de nuevo. Los apuntes de su aún necesario atril, sirvieron de florero improvisado. La noche conducía a un final con Say Hello, Wave Good Bye y toda la sala le recordó que todos le estábamos esperando en la puerta del Pink Flamingos a que regresara. Ahora está con nosotros y nos enseña que sus discos están para no olvidar estas noches y estas noches para recordar que estamos vivos.
Supersonic-Man
2 comentarios:
La mano que aguanta la lista de temas no es mía.
Desde aquí le doy las gracias al joven que me dejó fotografiarla. ejem.
Supersonic-Man
Puta envidia, yo a ti ya no te hablo, gañán! ;)
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