NUNCA ME LLORES

Estas líneas estaban listas para despegar el jueves pasado, pero unos ladrones de cobre se llevaron la línea ADSL que hace de intermediaria entre mi teclado y vuestra pantalla. No han encontrado a los malhechores, pero hemos conseguido dar con el técnico, mucho más difícil que rastrear delincuentes.

Una película más para escuchar aquello de que “me gustó más el libro”. Sinceramente no me he leído el libro de Kazuo Ishiguro y espero no quedar como más ignorante, si digo que tampoco tengo ganas de leerlo, y no voy a utilizar mi frecuente excusa de que no tengo tiempo o que tengo mucho libros pendientes, esta vez tengo que admitir que no resistiría profundizar más en la infinita tristeza de la obra. Por fin un tema tan refritado como la clonación humana, me llega sin artificios futuristas y con un reflexión profunda y amarga de cómo están constituidas las sociedades y las jerarquías en el mundo, donde muchos tienen que sufrir para que unos pocos puedan vivir y algo más. Esta obra-película de género dramático y otras similares que los hombres intentamos aguantar el lagrimón, se convierten en una especie de pieza de coleccionismo en mi videoteca que muchas veces hasta se quedan si desprecintar. Las recomiendo, las comento con fervor y presumo de haberlas disfrut….sufrido, pero no sé por qué, pero nunca más las vuelvo a ver.

Y ahí quedan “Rompiendo las Olas”,” Bailar en la Oscuridad” o ”La Pianista”, grandes películas que rebosaron mi límite de hombruna y que adornan mi estantería como un bello trofeo y un recuerdo conmovedor. Y si alguien admite y jura que me vieron llorar cuando Sam se echa al lomo a Frodo en el Monte del Destino, siempre defenderé, que me entró algo en el ojo. Nunca me abandones, Sam.

Supersonic-Man