jueves, 10 de marzo de 2011

¿Sabemos lo que comemos?




Hay mundos de diferencia entre comer en cada momento simplemente lo que te apetezca ó ver en la acción de alimentarnos un acto consciente.


Como en otros muchos aspectos de la vida, en la música, en la literatura... también en lo referente a la alimentación puedes empezar a investigar y tener la sensación de que cuanto más sabes menos sabes.


Es un campo que en principio no presenta mucho interés, comer es tan natural como respirar, lo hacemos tan a menudo que muchas veces ni prestamos atención. Pero justo porque es algo que nuestro cuerpo necesita casi tanto como respirar y justo porque es una actividad que realizamos a diario, es una cuestión que cada vez me da más que pensar.


Además vamos dejando de ser jóvenes digestivamente hablando, por lo que en nuestras conversaciones entran comentarios antes impensables sobre que tal alimento se me repite, lo otro me da acidez, colesterol, sobrepeso, hipertensión... ¿qué hi farem? Se trata de la realidad y podemos mejorar nuestra calidad de vida y nuestro estado anímico teniendo en cuenta lo que comemos.


Este fin de semana se celebra un “Congreso y Feria sobre Alimentación Consciente”. Este campo es muy extenso y merecerá posteriores artículos específicos, pero a voz de pronto me sugiere un amplio abanico de nuevos conceptos sobre los que investigar:


  • Agricultura y ganadería ecológicas.
  • Cultivos transgénicos.
  • Alimentación vegetariana, vegana, macrobiótica.
  • Proteínas vegetales.
  • Sustitución o reducción de tratamientos médicos mediante el conocimiento sobre la utilización de plantas y remedios naturales.
  • “Venenos legales”, ya que la industria alimentaria actúa como la industria química, utilizando para la elaboración y conservación de los alimentos sustancias químicas tóxicas. Lo mejor sería que dichas sustancias no se utilizaran nunca en algo que nos vamos a comer, pero por ley se fijan unos umbrales de toxicidad, como las valoraciones en función de los LEP’s ó Límites de Exposición Permisibles. Desde el arsénico hasta los colorantes alimentarios, se indican límites de mg/m3 ó microgramos por kilo de peso corporal. Todo para calcular que lo que te comas no te mate o enferme inmediatamente. Eso sí, las consecuencias a largo plazo normalmente se desconocen y además resulta imposible realizar un estudio riguroso sobre las mismas porque las posibles variables serían incontables.




¡Súper-interesante todo! :)




hollín

2 comentarios:

Supersonic-Man dijo...

Ciertamente últimamente ando más odsesionado con la alimentación que con la música. Por lo cual encuentro interesantísima la propuesta. Hace más de un año suprimí todas las conservas de mi dieta y cualquier cosa que esté encerrada en un receptáculo repleto de venenos silenciosos, incluido bebidas refrescantes. ¿para cuándo un rincón del gourmet con plaguicidas con sabor a coles de bruselas, esencias de anabólicos hormonados con tropezones de jamón o E-150 con reducción de antioxidantes y aroma a pollo viejo?

hollín dijo...

Ay! Este video lo vi en la web del Congreso, está chulo, ¿lo has puesto tú?
Pues este fin de semana, aunque finalmente no me he decidido a acudir a las conferencias, sí quiero acercarme e investigar la feria.
Cositas prácticas para la vida :)