lunes, 22 de junio de 2009

SÓNAR KIDS

¿Quién dijo que este año no iría a ningún festival? Pues gracias a que mi Espartano y mi Princesa accedieron gustosamente, me dejaron entrar. Y es que al Sónar Kids no puede entrar ningún adulto si no va acompañado de algún niño de menos de 15 años.
Pero claro, ellos se libraron de probar las inmundicias gastronómicas a las que nos tienen acostumbrados los festivales, ya que sus papás proceden de la generación nevera portátil y tortillaca de patatas. En ningún momento se quejaron del delicado hedor queso vomitado que embriagaba puntos concretos del recinto. Tal vez se trataba de alguna genialidad de la organización para recordarnos esos efluvios evocadores de la guardería, o para acondicionar las fosas nasales de nuestros herederos a eventos igual de apestosos como el PrimaveraSound, porque como ya sabéis, el Forum está situado encima de una cloaca gigante.
Sin mencionar muchos puntos a mejorar en años venideros, entre ellos el precio excesivo de la entrada de adultos, la gran satisfacción del día estuvo en ver como todos estos futuros festivaleros, absorbían los moderados decibelios de los diyeis de lujo, sin ningún tipo de prejuicio, y lejos muy lejos de Hannahs Montanas y otras abominaciones, y por supuesto el goce cósmico de comprobar cómo durmieron esa noche sin rechistar, algunos hasta sin cenar. Uno de los puntos a destacar era la zona ludoteca (0-3 años) que recreaba el salón de una casa convencional (algo retro-basura, eso si) para que los más demoledores pudiesen proyectar su caos y sus instintos apocalípticos en sofás, camas, sillas, muebles, sin la robótica voz de los padres gritando ¡AHÍ NO!. Pero todo hay que decirlo, al final fueron los maltrechos cuerpos de los progenitores los que dieron cuenta de los sofás y colchones, por que no nos engañemos, hay padres que llevamos asistiendo al Sónar desde el 94, y eso se nota en los huesos y en el alma. Mientras, nuestras proyecciones en miniatura, trotaban a sus anchas con los números de los móviles escritos en sus brazos a modo de localizador. ¡Qué generación más preparada la nuestra! ¿eh? Móviles y tortillas de patatas.
Y todo hay que decirlo, yo también me acosté sin cenar. UFFFF¡¡¡¡¡

Supersonic-Man

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ahi te he visto Super, no permitas que tus kids se dejen engatusar por Hannah Montanah

Sata

Barbasapiens dijo...

Eso es!! fomento cultural entre los peques...muy buena idea la del sonar

Tío Einar dijo...

¡Cómprale un saxo YA!

ana dijo...

Que bueno! me imagino lo que debieron disfrutar!!