jueves, 25 de octubre de 2007

SUEHIRO MARUO



Últimamente muchas publicaciones autodenominadas “especializadas” henchidas de rezumar tanta sabiduría y tanta pedantez, rellenan sus estériles páginas con diferentes expresiones vinculadas a la intelectualidad o el frikerío consentido. Revistas musicales reseñando películas, exposiciones de arte, fotografía, etc... o viceversa. Pues a esta especialización de especializaciones se ha agregado la subcultura del comic. Pero por mucho que se esmeren con este colegeo, el comic siempre estará mirado como un reservado sectario para eternos efebos. Fruto de ese mirada esquiva, podemos disfrutar de la sordidez maravillosa de Suehiro Maruo. Pedofilia, fetichismo, incesto, canibalismo y otras desviaciones (lametones oculares, uff), deforman la inocencia de infancias intoxicadas por payasos etílicos o tullidos deshumanizados. Esta enferma belleza que disfraza historias de amor y fantasía oriental, fluyen por nuestras estanterías gracias a ese liviano seguimiento del que gozan . Dudo que el juez Del Olmo alcance a leer un comic al revés y sin colorines.


bienvenidos a la perversión

Supersonic-Man

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un tema pendiente que, no solo me recuerdas que está ahí, sino que además le pones más salsa para que ya no pueda resistirme.
Barbasapiens