martes, 22 de mayo de 2007

EL FIN DE LA CRÍTICA MUSICAL


A raiz de las últimas críticas vomitadas por los expertos musicales respecto al último disco de Wilco, cabe volver a analizar la necesidad de la figura del crítico musical.
Seamos breves, esto es un blog...
Tres puntos:
1. ¿Es realmente imparcial la valoración de un trabajo - llevado a cabo durante meses, bajo unas premisas, circunstancias (emocionales o comerciales), o inspiraciones varias - cuando se realiza tras una escucha continuada durante, a lo sumo, un par de semanas? ¿No le ocurre a usted que un trabajo va creciendo dentro de su viciada alma a lo largo de los meses, y que discos que en su dia pasaron sin pena ni gloria en su hit-parade particular ahora son clásicos básicos?
2. ¿De que nos sirve la valoración de un concierto, al que no fué porque le interesaba un bledo o, al que fué y ya saco su propia valoración o, al que no fué por causas ajenas y del que lo último que le interesa saber es que se perdió el concierto del año?
3. ¿Nos tenemos que fiar de la opinión de un tipo desconocido, que seguramente está en el oficio porque quiere estudiar periodismo, y tiene amigos tan cools que lo endosaron en la revistita de tendencias al uso, del que desconocemos su bagaje de loco por la música, hijos de papás...?
Valoraciones básicas que abren la veda para matar definitivamente al venerado crítico musical...sigan ustedes, por favor. Yo me regocijaré.
Barbasapiens

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Joder, quien es el crítico en cuestión? Esto me huele al señor Nando...
Por otro lado, a mi nunca me han gustado mucho Wilco, de hecho lo que había escuchado hasta ahora me dejó indiferente. Pero no sé por qué, el último disco lo encuentro genial, y eso que no es lo que normalmente a mi me llama. Supongo que hay ciertas canciones que, combinadas con el día y el momento adecuado, hacen que se conecte ese interruptor interno que todos sabemos: clic!

Anónimo dijo...

A todo esto:
Bienvenido Barbasapiens! Veo que ya te han puesto el router, no?
Contamos contigo

FANZINOSIS dijo...

Te esperábamos con impaciencia Barbasapiens y coincido en afirmar y lapidar que aquí se confunde mucho el opinador de turno con crítico de verborrea espesa y alma herida.
Los toros desde la barrera se suele llamar en este país.
Supersonic-Man