SALÍ A DAR UNA VUELTA

Cultivo mi mente lo que puedo, he viajado hasta los confines del mundo, y ya no tengo miedo de nada. Se podría decir que he encontrado mi lugar en el Mundo, y que ese lugar es bueno. Disfruto de una cómoda y estable frivolidad existencial que sería facilísimo prolongar hasta el fin de mis días. Pero a pesar de todo ello, no soy feliz. Y la vida no va de tener empresas, ni motos, ni casas, ni perras tontas, ni de follar, ni de que todo sea una balsa de aceite. La vida va de VIVIRLA. La vida va de tener la certeza de que cada día cuenta. De que cada día es distinto al anterior. La vida va, sobre todo, de que llegará algún momento al final de tus días en que tendrás la seguridad de haber aprovechado cada minuto y no te arrepentirás del tiempo estéril desperdiciado en cosas poco importantes. Si alguna vez habéis conocido a alguien que os ha contado que un amigo suyo lo dejó todo para montar un chiringuito en una isla desierta, pues bien, que sepáis que ahora sois vosotros los que vais a conocer una historia de esas en primera persona.

Un día más aparece un personaje de estos que te restriegan por la cara qué humillantes y grises quedan nuestras vidas conformistas. Y yo aquí delante de un teclado dispuesto a seguirle por el mundo. Tal vez debería de entrar en los comentarios de su blog y explicarle que hace una semana mi hijo decidió el solo prescindir del pañal para dormir y que hoy hace un día de perros para ir en moto en Barcelona. Tal vez debería de contarle que ya conozco personas que han prescindido de la tv en sus vidas gracias al apagón de las narices. Tal vez debería de contarle que se ha convertido en mi héroe del día y le odiaré durante dos años. ¿Eso es mucho tiempo o poco? Ese el problema que me queda

Fabián dará la vuelta al mundo en moto en dos años. Que si, que necesita restregarlo a todos, estoy de acuerdo, pero esta mañana todo el mundo habla de furbo, de belenestebaneces y si, llueve de nuevo ¿y qué? Es solo agua ¿qué esperabais?



Supersonic-Man