DESALMADOS

Pues ya me han devuelto el ordenador. Hace 5 días llegó un señor joven con una tarifa de 60 euros la hora y tras escupir frases como – no lo entiendo, en el mío funcionaba - o – es la primera vez que me sucede esto- acabó lapidando con esa frase escalofriante: – hay que configurarlo de nuevo- que viene a ser el equivalente de – hay que formatearlo TODO- . El caso es que poco o nada podemos hacer, ya que estamos ante unos de los jinetes de apocalipsis. Si, los amos del mundo sin duda alguna. Olvídate de los magnates del petróleo, traficantes de armas, iluminatis, ya que estamos ante los que mueven las cuerdas, los que controlan el pulso de nuestra sociedad. ¿De quiénes estoy hablando?

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Pues de los lampistas también, esos que cuando los llamas por una simple fuguita de agua aparecen (o no) y te sueltan aquello de: – huy!, esto está muy mal, aquí va haber que sanear- atentos a la palabrita sanear, que se puede convertir en tirar un tabique entero o levantarte todo el parqué para localizar una tubería muerta que aún acumula agua. Estamos hablando de una o dos semanas sin agua, conviviendo con las pesadillas de unas obras y poniendo a prueba hasta dónde llega la unidad familiar. Divorcios, fratricidios, suicidios, pero los lampistas a la suya, saneando nuestro hogar y enfermando nuestras vidas.

Luego como tercer jinete, tenemos al técnico de la antena u antenista. Me imagino que este gremio, al pasar tanto tiempo expuestos a todas esas ondas hertzianas que contienen cientos de canales nocivos, se les ha alterado la percepción del tiempo y lo que para ellos son dos días, en nuestra medida temporal son dos semanas o dos meses. En mi comunidad de vecinos, conseguir que te cambien la bombilla del rellano, me llevó 8 meses. El día que una ventolera se cargó la antena comunitaria, todos los vecinos se reunieron histéricos y en un desesperado ultimátum, se trajeron un antenista cuñado de uno desde Mataró para solucionar la catástrofe. Toda una tragedia que celebré leyendo libros atrasados de hace años ¿o hace décadas?

Como cuarto apocalíptico, tenemos a la bestia parda de todos ellos. El mecánico de coches. Estos no se andan por las ramas, quieren tú corazón y sobre todo tú alma y por supuesto los jirones de dignidad que te queda. Serían ya felices si te pusieses a bailar Paquito el Chocolatero disfrazado de Miliki delante de ellos, pero no, son insaciables y retorcidos, y cuando les llevas tu auto por que hace un ruidito extraño, te atraviesan con aquello de – hay que hacer junta de culata- y aquí se acabó todo raciocinio y cordialidad. Nadie sabe exactamente lo que es junta de culata, pero hay una fórmula que te conducirá hasta ella: (2 semanas sin coche + 1000 € menos + Sentimiento de pringaos). No falla, si con estos datos no es junta de culata, es que ya no tienes coche, por lo cual sales ganando, y con suerte el demonio tendrá más oportunidad para hacerse con tu alma. Supongo que algún técnico informático leerá esto y pensará que tantos grupos raros y tanto cine iraní me han secado el celebro, pero yo puedo aseguraros de que me han devuelto mi ordenador limpio, sin virus, sin programas de inicio incordiarte, sin archivos inútiles que nunca se han usado o casi nunca. En mis favoritos han desaparecido Snobalia, Ciudadanos de R,Lyeh, Sylvia blog, Sexoconanimalestullidos.com y lo peor de todo, a rebrotado en mi un sumiso miedo que me impide ser libre de meterme en todos los interneses con el vigor de un espartano. Lo dicho, ahora tengo un ordenador limpio, sin personalidad, sin alma.

Supersonic-Man
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