APOSTASIA ÉS ALEGRIA

Vamos a ver, para los que no les convenció la visita pastoral del papa (lo de pastoral será por los borregos, me imagino) a la ahora más sagrada que nunca basílica de Gaudí, y ahora exigís con urgencia la hoja de reclamaciones para apostatar como buenos herejes, aquí os podemos dar tres soluciones/ consejos para vuestra carencia de fe o para que el maligno no se adueñe de vuestra confusa alma. Ya que soy un pobre hombre de pocos recursos, haciendo honor a una ley no escrita que me obliga a sermonear con las artes que yo mismo me he adoctrinado, pues nada mejor que algo de cine para facilitaros ese paso tan liberador y bautismal.

El primer consejo nos llega de mano de nuestro cómplice Lex Luthor que nos invita a apostatar con alegría ¿Cómo? Pues colectivamente.

El segundo consejo se lo robo a Ricardo Darín de la brillante película de Juan J. Campanella “El Hijo de la Novia” (2001) y más que una recomendación, yo lo interpretaría como un pequeño empujón para los vacilantes y aquellos con algún resto de mala conciencia. Impagable.



Y como tercera respuesta a nuestras plegarias, para aquellos que sentimos un frío vacío en nuestro estómago, nada más pedagógico que las sabias enseñanzas que nos dejó mi salvador y profeta Ben Rumsom (Lee Marvin) . En esta genial escena, Rumson (lease hijo del ron) le abre las puertas al sentido de la vida a un joven católico con un enorme talento. Pertenece a la maravillosa “La Leyenda de la Ciudad sin Nombre” (1969) y cuando necesito apostatar un poco, siempre me la pongo. Infalible.



Lex Luthor & Supersonic-Man