HUELGA GENERAL 29-S (3)

Capítulo 3: Sindicatos mayoritarios

No estoy para nada de acuerdo con la visión de los sindicatos mayoritarios (Comisiones Obreras y UGT, Unión General de Trabajadores) de “defender la vía del diálogo” para proteger a los trabajadores. El mal llamado “diálogo social” no ha servido para nada, ha sido una cortina de humo mientras estos sindicatos han estado firmando ERE’s sin escrúpulos durante dos años. En lugar de haber alentado la reacción de los trabajadores contra los abusos se han dedicado a desmovilizarlos, a contarles cuentos de que “mira, si han rebajado sus intenciones iniciales, hay que firmar, es que ya no vamos a poder conseguir nada más”. Pues toma, más de 4 millones de desempleados.

Viendo que estos sindicatos mayoritarios han entrado tarde y mal, que se han comportado con sus engaños peor que los propios empresarios, se llega a la conclusión de que no se les puede hacer ningún caso.

Vale, ¡y yo voy a hacer huelga! Sííí, que no tiene nada que ver, ‘mireu’:

Voy a hacerla ignorando a esos sindicatos mayoritarios, porque también puedo hacerla simplemente por voluntad propia, ejerciendo mi derecho como persona individual no adscrita a ningunas siglas. Porque la situación laboral es cada vez más precaria, debido a que hace décadas que no existe un movimiento de trabajadores que pueda hacer frente a los recortes que nos han ido imponiendo los que mandan. Perdón, que nos hemos dejado imponer, con nuestra indiferencia.

Entonces, cuando después de la huelga llegue la hipotética situación de que los medios de comunicación digan que el evento ha tenido seguimiento, que el gobierno y los sindicatos van a sentarse de nuevo a seguir practicando su “diálogo social”, entonces habrá que volver a salir a la calle (como sugería uno de los comentarios al capítulo 1 de la presente ‘saga’; sirva así mismo como orientación a una duda planteada en el mismo capítulo ; ) ), para decirles a esos sindicatos que no nos gustan, que no nos conformaremos con recibir 20 patadas en el culo en lugar de las 22 previstas, que no estamos de acuerdo con su manera de hacer las cosas y que no pararemos hasta conseguir la retirada total de la ley.

Parece entonces que habrá que volver a salir a la calle, también por lo que dicen otras izquierdas que también apoyan la convocatoria (y que puede que sean más realistas). Indican que lo normal sería que con un día de movilización no bastara para que echaran atrás la ley, que tenemos que tener claro que sólo la unión de los ciudadanos puede hacer presión y que puede que las reivindicaciones tuvieran que repetirse de algún modo. Pues adelante, el 29-S no va a ser la primera vez que la gente se mueve.

hollín