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Os dejo este interesantísimo enlace para que podáis abandonaros unos minutos. "Urban Ghost"
Os dejo este interesantísimo enlace para que podáis abandonaros unos minutos. "Urban Ghost"
El evento fue retransmitido por la televisión holandesa. Eddie Vedder se encuentra tan a gusto que dice en varias ocasiones que de mudarse de Seattle se iría a vivir a Holanda. Durante el tema "Alive” Jeff el bajista no para de botar junto al guitarrista Mike McCready, mientras Dave Krusen golpea con rabia la batería. Pero sin duda el gran momento llega con la canción "Porch". Eddie Vedder se sube a la grúa de un cámara y ante un público asombrado se lanza sobre ellos.
Eddie "Mesias" Vedder ya no está para estos pollos pero os puedo asegurar que ir a ver a Pearl Jam en directo, incluso hoy en día, es una experiencia inolvidable, casi mística. 
Si querías seguir durmiendo un poco más, la solución era coger la toalla o esterilla y tenderla en medio de la calle del pueblo aprovechando cualquier sombra que durase más de media hora. La postal de las calles de Benicassin al medio día era sobrecogedora. Muchas fotos del terremoto de Haití fueron sacadas de los archivos fotográficos de este festival, fijo.
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La zona de acampada o refugiados, estaba justo al otro lado del pueblo, o sea, que para peregrinar a la zona de conciertos, tenías que atravesar todo el pueblo con la lucrativa intención del ayuntamiento de que te dejases el dinero también en el pueblo. Uno de los recuerdos que me llevé, eran esos carteles que colgaban en los lavabos de bares y restaurantes donde rezaba “PROHIBIDO LAVARSE LOS PIES”. Pobres chancleros.



Se circula bien por las calles y el tiempo de ocio callejero y los juegos improvisados con botellas de plástico, gomas elásticas y cojinetes, se adueñan del hormigón aún caliente. Después de sudar y sumar alguna pupa más a nuestras condecoradas rodillas, es hora de recuperar el aliento pidiendo un vaso de agua en el bar de la esquina, o en la fuente donde siempre rezaba la leyenda que no se podía beber ya que se amorraban los perros. Un domingo eterno se adueñaba de nuestro aburrimiento, y la obligada siesta venía mecida por la sintonía de la serie de tv que sonaba por las calles, como si un único hilo musical imperase algún toque de queda catódico. Las ruidosas persianas de hierro engrisecian las calles repletas de comercios cerrados y la carencia de coches aparcados daban un nuevo aire al barrio. Los cartelitos hechos a mano y pegados en las persianas, anunciaban las justas vacaciones de los comerciantes y el ayuntamiento aprovechaba para taladrar el asfalto y nuestra paciencia.
CERRADO POR VACIONES. Hecho de menos que todo esté cerrado por vacaciones y volvamos a sentir el tedio del aburrimiento, ese aburrimiento con el que aprendimos a tener paciencia y nos hizo pensar en cosas que otras actividades no nos dejaban disfrutar. Volver a sentir el peso de hacer nada, porque no hay nada que hacer y sentir las cosas como deberían de sentirse, sin nada que nos preocupe, porque todo está CERRADO POR VACACIONES.
Muchas veces le he querido hacer una foto, preguntarle cómo se llama, dónde trabaja y sobre todo cómo lo hace. A todos los conciertos a los que voy, él está ahí, siempre de negro, siempre mezclado entre el tumulto, identificable a leguas por ser la única cabeza de color blanco de las salas. Y yo siempre reflexiono en que es mucha casualidad coincidir en los mismos conciertos y eso a la larga sólo tenía una respuesta, el Sr. Joan va a todos los conciertos o casi todos. Jazz, metal, folk, punk, brib-pop, etc… no se le resiste ningún palo y no estoy hablando de un tarao coleccionista de entradas, sino de un apasionado del rock en directo y desde siempre esa persona que siempre me gusta localizar entre el gentío, como a un niño le gusta sentir la proximidad de su padre, si, por que al final todos los que le conocemos acabamos diciendo aquello de -yo de mayor quiero ser como él-. Hoy ya sabemos más cosas del Sr. Joan (por cierto, nombre que le pusimos al azar y resultó ser el suyo) y me reconforta saber que no es ningún crítico de música, ni un organizador de conciertos, estos no suelen ir a tantos directos y ni mucho menos se los tragan enteros, y tampoco gente corriente como en la contraportada donde aparece hoy en elperiodico de Catalunya, sino más bien la clara evidencia de que nunca sabemos que hace en su tiempo libre nuestro urólogo, el director del banco o nuestro padres.

Supersonic-Man

Los fans ¿qué dicen los fans? Bueno, pues cosa propia de los fans y propia de adolescentes en busca de sentirse identificados y entendidos, al fin y al cabo, la fachada vampírica siempre ha estado presente en la cultura de fans, algunos aún siguen “chupando”. Tengo que reconocer que muchas películas las prejuzgo dependiendo de quién me la vende y el tipo de público que arrastra. Como todo prejuicio consigue que me pierda cosas interesantes y sorprendentes, pero sólo algunas veces. Total, que me quedo con la sabiduría de mi madre que de eso de no dormir por las noches entiende un rato y más con el tipo de criaturas que rondan por las noches , muy lejos de glamour romántico de un vampiro apasionado. Pues repitiendo sus cuestionadas palabras ¡Qué bonita es la juventud! a la que yo añadiría aquello de vivir rápido, morir joven y dejar un bonito cadáver, y si además ese cadáver resucita y encima encandila a jovencitas con el pretexto de cierta inmortalidad y una sospechosa alergia a las cosas de la iglesia, pues mejor. ¿Es esto romanticismo?
La leyenda cuenta que para que un vampiro te muerda antes tienes que invitarle a pasar a tú casa. Pues bueno, aquí ha resultado ser todo lo contrario y la leyenda que me contó nuestro colaborador Beta sobre que los Vampire Weekend tocaron en el comedor de una casa de BCN resulta ser cierta. Y esto no es una película de dráculas desos.
Supersonic-Man