jueves, 10 de febrero de 2011

GRANDES POST´S

Siempre ha existido un fenómeno, consecuentemente cultural, para aquellos que aún compran discos, que es nada más y nada menos que estar ante un disco recopilatorio, en general. Y reseño lo de en general ya que este producto, que suele ser la estrella de las navidades, se nos presenta con distintos disfraces y en forma de Las mejores baladas, Recopilación de caras B, Lo mejor de ……….. y cómo no, Grandes éxitos, donde suelen incluir esa canción de la que estamos podridos de escuchar en todas partes, a todas horas, que hasta los muertos quieren abandonar sus tumbas. Todo ello, amablemente seleccionado por algún ente oscuro con ganas de oler el fondo de nuestros bolsillos ¿o quizas se trata de un aleatoriedad endemoniada del infranmundo que escoge los temas con el criterio de un berberecho?
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Entonces, ¿quién compra un recopilatorio? Atended.

- Sólo compra recopilatorios y así se ahorra todos esos temas de relleno de los discos
- Quiero tener todo de Aironmeiden y me pillo hasta sus versiones en plan rancheras
- Necesito ese tema inédito (que es una birria) que tan consideradamente han incluido.
- No tengo ni personalidad ni criterio alguno, pero me dejo aconsejar por Sr. Berberecho.
- Me da igual que metan en un mismo recopilatorio a Rosendo con Loreja de Bagof .
- Cada single vale 425 ptas (de las de antes) y un reco 1500. (Cuentas carcas de los de antes)
- Aquellos que poseen esa joya maravillosa que es el Orphans Brawlers Bawlers & Bastards de Tom Waits.
- Hay que hacer un regalito a la tía solterona a la que el Baute le pone candonga.




No olvidemos que cuando se empezó a comercializar los vinilos, sólo salían singles con un tema único, no se tenía el concepto de álbum que tenemos ahora. Luego aparecieron los Long Play para reagrupar las obras desperdigadas el autor.
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Pero qué serían de esos expositores de gasolinera roñosa con esos recopilatorios que anuncian Todo Camela, The Best of Bárbara Estresan o Música para conducir 4 o las especializadísimos centros comerciales donde nos ciegan con esas recopilaciones navideñas donde un artista con alopecia se empareja para la ocasión con una negrita del Club Disney a la que le saca treinta y seis años. Todo ello conforma esa especie de altar al horror ultracomercial que se alza cada año, como un ominoso dios pagano, para que le rindamos pleitesía.


Y qué es la vida si no un recopilatorio de anécdotas exageradas, mentiras disfrazadas, actos desmemoriados y también hay que decirlo, algún que otro pasaje perfumado de buenas acciones, y que no nos engañemos, a nadie le importa un pimiento.
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Supersonic-Man

4 comentarios:

sylvia dijo...

¡Qué grandes portadas! Yo creo que ese es el motivo de por qué realmente se venden...si no, no lo entiendo (!)

Lex Luthor dijo...

Si,es todo un arte)))))$$$$$$$$$

hollín dijo...

Uf, qué miedo que dan los discos que has puesto como muestra... lo fuerte es que, aunque intento luchar por amagar los recuerdos... para ser sincera tendría que reconocer... que hace unos añitos alguna navidad me regalaron los cassettes recopilatorios "BOOM" (podría ser... http://www.discaffinity.com/es/disc18013.html)
Como algún día los encuentre en casa de mis padres voy a flipar mucho!
Jeeeeee!

Supersonic-Man dijo...

Luego están esos recopilatorios del amiguete u persona de confianza con el que conocías grupos nuevos, nuevos horizontes.