Imposible eran los accesos a las carreteras a La Junquera (Girona) para los servicios de extinción de incendios este pasado mes de julio, ya que los fisgones desocupados se tomaban las molestias de coger el coche para tener espectáculo en primera línea de fuego. Más que imposible, lo repito hasta el delirio, es increíble observar cómo aminoran la marcha los vehículos, incluso cambian de carril, para poder ver más de cerca los accidentes de tráfico, lo que en argot DGT llaman “efecto mirón”.
Puede que este sea uno de los efectos que buscó o se encontró Juan A. Bayona a la hora de engendrar este mega-dramón, mega-caro y mega-simple que anda en bocas de todos o en el punto de mira de muchos. El caso es que ya no hace falta acercarse hasta el punto de la escabechina o la desgracia, ya que Bayona nos la sirve en el cine con todo lujo y comodidad. Tengo que decir que este protegido de Guillermo del Toro cuenta con toda mi admiración, ya que El Orfanato aun siendo un producto poco novedoso, estaba facturado con talento, supongo que el mismo que le ha llevado acceder a cotas más altas como acaba de demostrarnos, por lo menos en cuanto a medios se refiere.
La película técnicamente es impactante. Los efectos de sonido son de lo mejor he oído hasta ahora y visualmente llega a la llaga de lo realista y soportablemente angustioso. Pero aunque la historia quede acotada por la premisa, ya de por si morbosa, de tratarse de un hecho real, creo que se ahoga en sensibilísmos baratos y carnaza de teleserie, apoyadas por el infalible ‘niño busca a su madre’ y un excesivo uso de primeros planos que ni Spielberg sin gafas se había atrevido hasta ahora.
El espectáculo está servido. Temía un lagrimón incontenible, lo confieso, pero mis sollozos no brotaron precisamente de los afortunadísimos protagonistas (si, lo repito, afortunadísimos), sino de la insufrible banda sonora que pringa el metraje ¿Era necesaria?
Total, si quieres ver cómo Bayona se ahoga en su propio tsunami de dólares, adelante, yo me lo olía y me daba morbo presenciarlo en primera fila, con primerísimos planos y sin riesgos.
Resumen de la película con una lágrima en el recuerdo:
Supersonic-Man
2 comentarios:
Me cae bien Bayona pero su cine, de momento, no sé, no me acaba de emocionar. Peli perfecta, redonda casi, buen ritmo y objetivo-dramón conseguido pero quizá esperaba convulsionarme o un amago de lipotimia pero no. Debo tener mi sistema nervioso-emocional atrofiado...Eso sí, los niños-actores muy monos. Me los llevaría hasta un rato a mi casa... (a Ewan McGregor y con permiso de Yamabuki tb). Recomendable, pues, pese a todo :-)
espero que tu casa esté en la montaña, por que si no esos niños no pisan una playa ni para filmar un Arena Mix.
Supersonic desde el K12
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