miércoles, 11 de julio de 2012

MODA

Vamos a hablar de moda. Creo recordar y hasta puedo confirmar, que aquí no se ha tocado este tema todavía. Cosa extraña, tratándose de una ilustre caterva titulada en enteraismo y matriculados en varias disciplinas de listillos. Para los que conozcan a los componentes de esta caterva, sabrán que somos gente sencilla y discreta en cuanto ropajes y vestimentas, salvo algún ataque de locura y costumbrismo obsesivo, que nos podrían conducir al entrañable recuerdo de una indestructible camiseta de Jane,s Adiction, prenda que lució Sergi hasta la extenuación de nuestros ojos y que él defendía que pertenecía a un privilegiado concierto (el mejor del mundo) que por supuesto no asistimos nosotros. Más intrépido fue nuestro querido Tío Einar. El día que adquirió unos singulares zapatos de gánster camorrero, no dudamos en cotizarlos como los auténticos zapatos de Charlie Rivel. Todo envidia Tío Einar, sabes de sobra que a mí sí que me gustaban, pero el chiste era demasiado bueno como para ignorarlo. Puestos a perder amistades o sentenciar el poco respeto que se me brinda, no sería justo hablar de moda fanzinerosa sin mencionar las camisetas a rayas de nuestro querido Beta. Nunca una moda ha durado tanto. Nunca una testarudez ha sido tan consentida. Nunca unas rayas han sido tan legales y molonas. Gracias Beta.
No me explayaré sobre una fetichista gorra de Ministry o ciertas adquisiciones conquistadas con mucho sacrificio y todo hay que decirlo, un gusto embriagador.



Antes de proseguir con el post, quiero dejar claro que lo único que pido a la ropa, es que su tejido sea noble, exenta de acrílicos y que no me dé más calor del necesario. Que se acondicionen a mi singular morfología, y sobre todo, sobre todo, libre de etiquetas cobardes que conviertan el estreno de una camiseta, en un verdadero infierno. En mi armario puedes encontrar un montón de camisetas, todas con el mismo corte y del mismo tamaño, con una inevitable tendencia al negro y haciendo alusión a conciertos a los que no han asistido miembros de la caterva (punto importante, enfermizo, pero importante) algunos pantalones casi idénticos y por supuesto, ropa interior.

No digo que la moda sea necesaria o innecesaria, que sea o no importante, simplemente no me importa y trato de no criticar sus tendencias.


Ahora bien, la última colección de Prada para caballeros que he descubierto en su entrada original y que describen como steampunk, es la cosa más brutal que he visto y que me hace reconsiderar cada una de las aseveraciones que acabo de expresar.




Si hubiese nacido en la época victoriana,  ya sé en qué me hubiese gastado la nómina


 
Supersonic-Man

8 comentarios:

Paula dijo...

Enhorabuena por este post, buena reflexión!

Supersonic-Man dijo...

Gracias Paula.

sylvia dijo...

¡Hay esperanza en la moda con esas fotos que has puesto!

Eskilhans Bellosta dijo...

Me encanta el estilo del Steampunk que has comentado, Supersonic.

Supersonic-Man dijo...

Malditasea, mañana me pongo uno para ir a lavar el coche.

Tío Einar dijo...

Todo lo que huela a Steampunk me interesa... ya te pasaré enlaces de páginas donde puedes comprar desde una chistera como Dios manda a una levita último modelo, pasando por una polainas muy prácticas...

hollín dijo...

el steampunk es genial! Tengo que pasarme por la tienda de ropa 'lolita' de Paseo San Juan, pueden haber cosas interesantes :)

Beta dijo...

Yo y mis rayas...
;)