El otro día me hablaron de que se estaba organizando un tributo a la sala de conciertos más auténtica que tuvo tal vez Barcelona, cuando la expresión 'alternativo' estaba casi ligado a ser un insecto extraño y sin etiquetas. La sala Garatge existía donde se le suponía que tenía que coexistir, enmarcada en un entorno post industrial en plena decadencia y abandono, fuera de núcleos urbanos y estratégicamente triangulada en una escena de ocio propuesta por ciertos locales de copas y discotecas que ofrecían una oferta alternativa a toda la escena de baile y petardeo . El 'A Saco'- antes 'Zeleste', ahora 'Razzmatazz'- el 'Akelarre', 'Texaco' (sobre todo), 'Mephisto', 'Sr Lobo' y otros tantos garitos, recogían los frutos de todo lo que despertó el apodado nirvanazo .
Y ahí estaba la sala Garatge, con sus paredes empapeladas de inquietud e inconformismo, dando proyección a un sueño para los que la imaginaron alguna vez, dando una esperanza para aquellos que decidieron no soñar la música, si no trasgredir sus fronteras. Su esplendor y necesidad residía en sus traidoras columnas, su regular sonoridad y un escenario no muy alto para los artistas, pero suficiente para compartir sudor con el público.
Recuerdo cuando saltaron los rumores de que la sala cerraba. Recuerdo los intentos por prolongar una agonía con fecha de caducidad y el cómo se presentaba la policía una y otra vez a tocar lo que no suena en mitad de los conciertos. Una de esas noches mágicas, en pleno concierto de Lisabö, apareció la Guardia Urbana y Karlos Osinaga (guitarra, voz) desde el micro ironizó que no sabían que en su concierto había una fiesta de disfraces. Una anécdota para la perpetuidad, como tantas otras que se recogerán en la propuesta que se está fraguando. Tal vez el duda de que la sala no tuviese un emplazamiento e iniciativa sustitutoria en la ciudad, se difuminó con la puesta a punto de la Sala Apolo y la [2], pero estamos hablando del 1992 y esto ya es imborrable y eterno.
Entre mi colección de entradas destaca en especial esta de 24-Seven Spitzs, donde puedo presumir de que el concierto transgredió más allá de sus 70 minutos de bises.
Supersonic-Man
10 comentarios:
Pues nosé chavales,que mas puedo añadir de lo que aquí se ha expuesto...vamos que todo lo vivido,sudado,compartido con amigos y desconocidos en esta sala no tiene precio.Las bandas y alegrías que nos ha dado el Garatge permanecen y seguirán en mi corazón.Musicalmente aquí Barcelona era mas "Europea" y "Alternativa" o "Underground" si preferiís, de lo que será en su "f" vida.
Larga vida al "GARATGE" : )=
Recuerdo la anécdota de Lisabö, con el señor Guardia Urbano poniendo cara de circunstancia mientras traqueteaba una puerta de emergencia para hacer ver que revisaba algo mientras decenas de punkis piojosos los mirábamos con muuuuuuuuy malos ojos... aunque quizás el recuerdo más vívido sea el de cierto concierto carnavalero que cambió el devenir de una banda tan prestigiosa como June Of '44...
Yo me acuerdo entre otras muchas cosas un concierto de los Dwarves que depués de tocar poco mas de 30 minutos dejan todos los instrumentos y se piran.....la que se lio fué gorda; ves a todos los punkos entre otros, que se abalanzan sobre ellos y entre la puerta de salida y la calle precisamente no se repartieron estampillas,jejeje
Venga! ahora le toca a otro rememorar alguna otra anécdota allí vivida..
recuerdas la anécdota de Lisabö con envidiable lucidez amigo, en cuanto a lo de June of 44, creo que hay fotos y todo, pero nos perjudicaría publicarlas...
Como apunte entrañable, la sala nunca empezó ningún concierto a la hora citada en las entradas, de hecho la peña ya llegaba tarde a propósito.
Ja,ja,ja...sip! hasta el horario era "alternativo"
Todo lo vivido en Garatge es imborrable, para lo bueno y para lo malo. A pesar de que no siempre estábamos conformes cuando se programaba un concierto ahí (no era precisamente la mejor acústica) en cuanto nos la quitaron, nos dímos cuenta de lo necesario que había sido, desde entonces hay ciertos conciertos que son prácticamente imposibles de programar en la ciudad condal y cuyo hueco cubría Garatge.
Creo que los bises de 24-7 Spyz llevan ya más de 14 años :)
Razón que tienes socio, es lo que tiene vivir en una ciudad como BCN, si no tuviésemos el Primavera Sound lo exijiríamos. Tenemos cine en VOSE y tampoco son de nuestro agrado y si los conciertos fuesen gratis, tampoco asistiriamos por que la peña no nos molaría. Merecemos el exterminio.
Lo acabo de publicar en el muro del GARATGE en el Facebook ;)
cuántos recuerdos! :))
Oooh qué entrañable todo! Y qué profético aquel concierto de 24-7!! :DD
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