EL CINE NEGRO

Por fin llegó el estreno de “Black Swan”, película que recomiendo fervientemente para todos aquellos que necesitáis salir del cine con algo más que un apretón urinario. Al tratarse de Aronofsky, siempre hay algo que te dejas en la butaca, la indiferencia, y hay algo que te llevas de souvenir, algo así como cierta tensión, cierto mal rollismo consentido. Si con la desnuda “The Wrestler” se ayudó del formato documental para desarropar un film destinado a acercarnos a la rudeza y crudeza de la lucha libre, y todo hay que decirlo, con un Mickey Rourke como pez en el agua, con el “Cisne Negro” se nos introduce a un mundo mucho más rigoroso e inhumano, al del ballet clásico.

Mientras el desarrollo del personaje de Mickey Rourke en “The Wrestler” está destinado a la perdición, el de Natalie Pormant en “Black Swan” se proyecta desde un principio a ser una triunfadora. Aunque ambos personajes tienen que pagar el precio de una metamorfosis para conseguir alcanzar su destino o tratar de escapar de él. De la misma manera que Aronofsky nos metamorfosea tramas tan cotidianas e incómodas como las adicciones “Requien for a Dream” la muerte “La Fountain “ para revelarnos el camino más doloroso , el que conduce a la reflexión y una vez más, a la obsesión , aquí nos proporciona unas gafas de rayos x para que miremos detrás del telón, dentro de los camerinos y mucho más allá, dentro de la fragilidad de Nina y la obsesión por la perfección. Sin duda el mejor papel de Natalie Portman desde “El Profesional” y “Beautiful Girls” y una vez más, un film desvergonzado de Darren Aronofsky que obligará a transmutarse a más de un crítico de cine a la hora de intentar interpretar sus grandes obras, obras tan inhumanas como “Black Swan”.

Quitando ensoñaciones y reminiscencias, disfrutad del cine y punto.

Supersonic-Man