Por cierto!, mejor que no veáis ningún trailer ni que la veáis doblada, parece otra película totalmente diferente, además de que el trailer desvela varias escenas cruciales de la película.
No había seguido a esta directora (Kathryn Bigelow), pero estoy impresionada y voy a interesarme por el resto de su trabajo. La peli es muy realista, tanto que en ocasiones parece un documental, transmite muy bien la tensión que cualquier soldado padece en una guerra. Esto se debe tanto al buen guión (gran trabajo de Mark Boal) como a los actores, los cuales resultan muy creíbles. Respecto a ellos habrá que seguirle la pista a Jeremy Renner, también desconocido hasta ahora para mí (seguramente porque no suelen gustarme las series de televisión, la Wiki dice que sale en House). Algunos de sus puntos de realismo pueden acercaros a las sensaciones que tuvisteis viendo La Delgada Línea Roja (eso sí, no comparten del mismo modo la poesía de la segunda).
Muy realista e importante también el retrato de una ciudad, de una gente que tiene que seguir viviendo el día a día, en medio de tantísima violencia. Resulta desolador el retrato de la insalvable distancia humana y cultural entre los iraquíes y sus “salvadores”.
Por otro lado, la película también es mucho más. Pronto te queda muy claro lo absurdo de todas las guerras. Por mucho que a los políticos y a los medios de comunicación les interese venderlas como algo limpio, fácil e incluso rápido de resolver (recordemos que según Bush la guerra de Iraq hace años que acabó...), nada más lejos de la realidad. En ningún momento podrás tomar decisiones teniendo las cosas claras, estarás rodeado constantemente de civiles, ¿o son insurgentes? Tendrás la situación bajo control, ¿o podemos morir todos en cualquier momento? El peligro está en todas partes y en ninguna, la tensión, el miedo y el horror acaban desquiciando tanto a invasores como a colonizados.
No nos engañemos. Ya no más. Hemos nacido en el capitalismo y se han encargado (muy bien, por cierto) de hacernos creer a todos que esto está bien, y que no hay nada más; y para que los banqueros, las multinacionales y los accionistas ganen miles de millones de euros cada año, están dispuestos a cometer las vejaciones, torturas y aniquilaciones más increíbles e inimaginables. Y luego les resulta tan fácil que no se hable de sus crímenes... Son dueños de los medios de comunicación, ¡cómo pretendo que se hable de ello en los periódicos, en la tele! Aishh qué inocente!
Siembran la semilla de la brutalidad... en Iraq, Afganistán, Nigeria, Colombia... corre la sangre. El culpable no es identificable, no tiene cara... las empresas de armamento en el primer mundo no dejan de facturar... suena la caja registradora (como también nos recuerda el Sr. Moore, y la canción de Mia).
Conclusión: El Capitalismo es el infierno. Voy a hacer todo lo que esté en mi mano en contra de este sistema económico-asesino. Será muy poco lo que pueda hacer, lo sé, pero voy a prestar atención, por favor hacedlo vosotros también, y a cambiar cosas muy pequeñas en mi vida diaria. No olvidéis que la suma de muchas cosas pequeñas, insignificantes, es igual a cosas grandes, cosas que pueden resultar ‘enormes’.
Y en este punto sí que no voy a dejar que me llaméis ingenua. ¿Qué es el poder hoy en día? El dinero, la compra-venta, las empresas. Y hay algo que miles de millones de personas hacemos cada día: comprar, gastar nuestra pasta. Por lo tanto, ¡seguro que habrá algo que podamos hacer!... Hay que buscar entonces maneras diferentes de comprar.
Tenemos cosas cerca que son directamente contrarias al capitalismo, como por ejemplo el ‘Comercio Justo’, o simplemente los pocos colmados/bodegas que puedan quedar en nuestros barrios. El comercio justo no es un espejismo. Hace décadas, mediante este sistema sólo se podía llegar a comprar café, ahora podemos comprar todo tipo de productos de alimentación y de ropa mediante este canal de distribución, en el cual se garantizan ciertos derechos y garantías mínimas. ¿Que no os fiáis? Bueno, fiaos de las grandes marcas... Sí, éstas seguramente no nos están engañando, en sus anuncios sacan a bebés felices, a hombres y mujeres guapos, aún más felices... Nestlé, por ejemplo, que no tiene problemas en comprarle leche a la mujer de un dictador africano, la cual consiguió su explotación ganadera robando la tierra a los campesinos. Pero de este tema podemos hablar otro día, hummm, sí sí...
Pues eso, la película habla de gente sin alma. Tela!, hasta yo estoy sorprendida de que en un mismo post pueda hablarse de películas bélicas y de sistemas económicos. Pero igual esto no sea más que el comienzo... (Ja Ja JA JA JAAÁÁÁ, como la estremecedora risa de los villanos de las pelis de serie B! ; ) ) Preparaos queridos amigos, para una serie de incursiones en terrenos igualmente cercanos y desconocidos, ¡tendréis noticias mías!
Bueno, espero que os animéis a ver la peli y que ¡la disfrutéis tanto como yo!
PD: en un lugar donde los gatos estén tan famélicos... la peli es dura, eh?!
hollín